Fue el gran duelo del año pasado y lo seguirá siendo este. LeBron James y Stephen Curry fueron elegidos como los mejores jugadores de la semana en sus respectivas conferencias aunque eso, a estas alturas, ya no es noticia.
La noticia será cuando dejen de serlo de forma habitual. Mientras tanto, la rivalidad entre ambos, no sólo individual, sino a nivel de clubes, seguirá alimentando la actual Liga.
LeBron promedió durante esta última semana, 25,3 puntos y 8,7 rebotes. Bajo sus alas, los Cavs ganaron dos de los tres partidos que disputaron e incluso se permitió el lujo de abandonar la pista en pleno partido, por lo que fue sancionado con una técnica.
Los Cavs y LeBron todavía están lejos de alcanzar su velocidad de crucero. Probablemente no la alcancen hasta después del All Star y cuando empiecen a pensar ya seriamente en los Playoffs y en las Finales. Pero, incluso al 70%, a LeBron le basta para estar por encima de todos.
¿De todos? No, de todos no. Stephen Curry es, ahora mismo, intocable. Su dimensión ha crecido tanto que incluso está siendo comparado con Michael Jordan. Un tanto osado, quizá.
Aunque lo cierto es que, desde el de los Bulls, no había un jugador que suscitara tanta excitación. Quizá Kobe, pero poco más.
El promedio de Curry durante esta semana (en la que los Warriors han ganado los cuatro partidos) fue de 30,8 puntos. No fue el mejor de la NBA (fue segundo), pero demuestra su nivel actual, como si no hubiera habido pretemporada de por medio entre las pasadas Finales y el inicio de la actual temporada.
Curry puede liderar a su equipo al mejor inicio de siempre. Ahora comparte tal honor con los Capitols y los Rockets, pero Golden State podría acabar por delante si le ganan a los Lakers.
LeBron y Curry conforman la gran rivalidad de esta era. Esta semana se reparten premios. En mayo uno de los dos ganará seguro el MVP de la temporada y en junio pelearán de nuevo por la supremacía de la Liga.
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